Nuestro rostro dice todo de nosotras, de nuestro estilo de vida y de nuestro estado de ánimo. Más allá de nuestros rasgos, nuestra piel nos delata: dónde vivimos, qué comemos, qué tipo de trabajo tenemos y, sobre todo, cómo la cuidamos. Hoy queremos hablarte de este último punto, de su cuidado, y comenzaremos por el primer gesto: la higiene facial.
La limpieza facial es el punto de partida de un buen cuidado de la piel de nuestro rostro. Sin ella, un tratamiento de belleza (hidratación, revitalización, vitamina C, etc.) no sería efectivo pues la piel no estaría receptiva a los cuidados que los tratamientos conllevan, como tampoco resultaría tan atractivo nuestro maquillaje diario.
Sabemos que es un gesto que requiere disciplina, pero los productos de higiene facial actuales y, sobre todo, tu esteticista, te lo hacemos muy fácil. Los rituales de higiene facial diarios te los sabes de memoria (y si no te los contamos en otra ocasión), lo que igual desconoces es lo que una higiene facial profesional periódica puede hacer por tu rostro.
La limpieza facial profesional es un tratamiento de higiene profunda que completa tus gestos diarios. El objetivo es conseguir eliminar toda barrera y permitir que la piel se oxigene al máximo. Para ello, limpiamos tu rostro de células muertas, eliminamos puntos negros y tonificamos los músculos de la cara, en una sesión de aproximadamente una hora y que consta de tres fases.
La primera fase es la limpieza propiamente dicha en la que se aplican los productos cosméticos necesarios para limpiar la superficie del rostro y se aplica vapor para ayudar al drenaje de los poros. La limpieza abarca, si así se desea, la depilación básica de labio y cejas.
Tras la limpieza, es el momento de relajar los músculos y descongestionar la piel tras el drenaje mediante un masaje tonificante con cremas y geles apropiados.
Y por último, para cerrar el tratamiento y asentar todos los pasos anteriores, alimentar la piel. Nutrirla con mascarillas a base de vitaminas y elementos naturales de acuerdo al tipo de piel y necesidades puntuales. Porque la piel cambia y no siempre tiene las mismas necesidades.
¿Cada cuánto es necesaria una limpieza facial profunda? Cada piel es diferente pero, a modo orientativo, en Carmen Estética aconsejamos una sesión cada 5 ó 6 semanas y, sobre todo, en los cambios de estación que conllevan nuevos hábitos.
Y ya que la primavera comenzó hace dos días, ¿por qué no aprovechas nuestra oferta de higiene facial y te contamos más cosas? Te esperamos.